PERFUMES

Aromas que marcan personalidad

La historia del perfume discurre unida a la de las civilizaciones que lo han incorporado de forma necesaria en su vida cotidiana y para su evolución. Las más antiguas culturas, desde Egipto hasta Grecia, utilizaban en sus ritos religiosos flores, resinas y plantas aromáticas, era empleado como ofrenda a los Dioses, sorprende que todavía hoy se siguen utilizando y teniendo ciertos aromas significados en las ceremonias religiosas como en sus inicios, pero el perfume es muchísimo más. En la Edad media solían los aromas de las plantas proteger frente a epidemias, mientras que los perfumes que llegaban de Oriente se asociaban con los placeres sexuales.

El perfume lleva impregnado en su ser aquellos días de la Época Clásica en los que el París exquisito del Rey Sol convirtió el perfume en el accesorio imprescindible del buen gusto, y su Corte pasó a la historia como la Corte perfumada.

Los aromas y perfumes nuevos comienzan a surgir con las modas en el Siglo de las Luces, y la publicidad lo impone como norma de elegancia y refinamiento, las notas de los perfumes se impondrán en cada época según sus contextos sociales, la mujer de la época romántica buscó un perfume delicado que mostrara su personalidad y exclusividad, pero poco a poco ese carácter exclusivo se fue democratizando conforme lo hacía la sociedad. Pero no, un perfume no es sólo moda, o convencionalismos, un perfume es mucho más que el complemento del buen gusto, podría clasificarse como el complemento perfecto.

Hoy lo sabemos, hay quien vuelve a casa a por su fragancia elegida cuando se da cuenta de que se le ha olvidado de camino a una velada importante, amigos míos me lo han contado. Y quién no se ha girado alguna vez a mirar a un hombre o a una mujer que ha pasado a nuestro lado porque olía embriagador, y hemos deseado pararle curiosos para conseguir el nombre del perfume o incluso nos hemos sentido atraídos por esa persona.

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El perfume es un complemento de seducción, los publicistas lo saben y todos lo sabemos, aunque ellos quieran explotar sólo ese aspecto del perfume, el que nos ayuda a sentirnos más atractivos, nos hace sexys y poderosos, fuertes, pues es también parte de nuestra carta de presentación, en una entrevista de trabajo parece que la gente supiera cosas de nosotros, puede que seamos el candidato perfecto al puesto sólo con olernos al entrar en un despacho, en una sala de espera, puede que seamos el centro de las miradas, incluso que en un comercio ya conozcan nuestro nombre al entrar, porque señores y señoras, el perfume mueve emociones, las arranca, las hace aflorar y a la gente le gustan esas emociones, por eso preguntan por nosotros y nos miran cuando llevamos ese perfume, utilizamos el perfume para crearnos, el perfume es un hermoso complemento en nuestra tarea cotidiana de ser arte, de ver el mundo con otros ojos y hacer que los demás conozcan algo más de nosotros, perfumarnos con determinados matices es la manifestación, el gesto que elegimos para mostrar parte de nuestra personalidad, de lo que somos, de lo que nos gusta y quizás de lo que no nos apetece, puesto que todos los perfumes no son para todos, ni nos gustan, ni nos hacen sentir bien, pero hay otros que nos embriagan, que nos emocionan, que nos hacen ver cosas maravillosas, cada uno es un perfume diferente, un matiz que se funde en nuestra piel construyendo nuestro aroma único y particular que nos hace distintos, de otra manera y por eso el perfume nos gusta tanto.

Pero, el perfume, es más todavía, sabemos estamos seguros que no es solamente una definición química conocida como aquella sustancia que se utiliza para dar buen olor. Cuando hablamos del perfume hablamos y sabemos de momentos únicos, mágicos, de recuerdos embriagadores y presentes desbordantes de impulso, de vida, de felicidad, de emociones, incluso de tristeza o malos recuerdos para otros también muy a nuestro pesar, el perfume nos hace sentirnos vivos, y nos hace retroceder al pasado, tiene esa doble faceta que ataca cuando menos te lo esperas, o incluso cuando lo necesitas, puede ser un aliado frente al ánimo bajo, la aromaterapia tiene fervientes seguidores en todo el mundo, no hace falta irse a los grandes centros de estética o terapéuticos, no hace falta irnos a un spa, ¿quién no se ha sentido relajado después de un duro día al darse un baño con un jabón perfumado o perfumándonos con una fragancia de notas suaves una vez acabada la ducha y antes de ir a la cama?, el perfume forma parte de nuestras vidas, del día a día, de nuestra identidad, nos vincula de una forma especial con los demás y con el mundo, señores y señoras: ELIJAMOS NUESTRO PERFUME.