¿CÓMO PERFUMARNOS?

¿Por qué nos aplicamos perfume?

La respuesta a esta pregunta ha ido variando conforme el paso de los siglos. En la historia del perfume contemplamos como las personas lo han utilizado y necesitado por causas muy distintas pero siempre asociado y derivado de cada momento social que se ha acontecido y que ha marcado la historia social mundial. Por tanto podemos establecer que el perfume como decía la actriz Sofía Loren, “como la seda, el vino y las flores, es uno de los lujos necesarios de la vida”, pero ¿por qué es esto así? En primer lugar porque como decíamos las fragancias tienen un factor social importantísimo, son una realidad histórica que surge de las necesidades humanas, para potenciar y mejorar sus relaciones sociales. Los monarcas empezaron a impulsar su uso en la sociedad debido a la falta de baños y el olor de las calles, se infunde como un complemento para la higiene y las relaciones entre las personas desde la antigüedad, pero mucho antes, ya con los Sumerios y Egipcios se utilizaba como ofrenda a los dioses, se quemaban materias, sustancias aromáticas para desprender sus aromas y que llegaran a las divinidades. Nos perfumamos en primer lugar por esto, para mejorar nuestras relaciones sociales, fortalecerlas, potenciarlas, y por una asociación con la higiene personal, el buen gusto y el aseo.

Por otro lado también nos perfumamos por la potente influencia emocional que tiene. El perfume crea, inspira sentimientos, sensaciones, atrae, transmite sensualidad, elegancia, sofisticación, tranquilidad, vitalidad, incluso es capaz de potenciar e intensificar ciertos rasgos visibles como puede ser la feminidad o al contrario transmitir virilidad. El perfume ligado a uno de los cinco sentidos (el olfato) es sin ninguna duda la llave que abre una de las grandes puertas hacia el abismo de las emociones humanas.

En tercer lugar nos perfumamos también porque somos amantes del arte y el arte no sólo es la pintura o una impresionante pieza musical, arte son los frascos esculturales que aguardan los aromas únicos de las fragancias, arte es la armonía aromática que como una melodía evoluciona y se transforma sobre nuestra piel produciendo un enorme bienestar interno a quien va perfumado, el arte no es cualquier aroma ni lo es cualquier fragancia igual que todas las esculturas no son arte para todos, los grandes perfumistas crean para nosotros piezas aromáticas únicas, por eso nos perfumamos porque al fin y al cabo perfumarse forma parte de una manera de vivir que nos hace más felices.

¿Dónde y cómo perfumarnos?

Coco Chanel decía que nos tenemos que perfumar donde queremos que nos besen. Seguro que la reacción será inminente, habremos perpetuado ese beso para siempre en el recuerdo. Las fragancias pueden aplicarse en lugares muy diversos. Comenzaremos perfumando las muñecas y el cuello.

Cuando la temperatura sube los perfumes desprenden sus aromas con intensidad. Por tanto, tienes que aplicarte el producto en los puntos en los que el cuerpo desprende calor, es decir, en las zonas un tanto cálidas del cuerpo como cuello, nuca, parte trasera de las rodillas, escote, tobillos, zona de los riñones, ombligo, detrás del lóbulo de la oreja, la parte interior de la muñeca. El aroma se desprenderá con cada palpitación del corazón, mientras respiramos lo sentiremos más intensamente en la zona de latidos. También lo puedes aplicar en zonas móviles como las articulaciones en su parte trasera, dejarás una estela con cada movimiento. Pero no sólo podemos perfumar la piel, podemos aromatizar complementos, objetos y lugares.

La cantidad adecuada de fragancia depende de las concentraciones, nunca debe percibirse el perfume que llevamos antes que nuestra presencia. El perfume que llevamos debe formar parte de nosotros sintiéndose sorprendentemente con nuestra presencia y dejando una ausencia a nuestra partida.

Podemos perfumarnos en las muñecas, en el cuello, detrás de las orejas, en las comisuras de los brazos, detrás de las rodillas, en la clavícula, en el escote y en el cabello. Y además podemos perfumar la ropa, los complementos y accesorios de moda y en el ambiente.

La manera adecuada de perfumarse es crear una bruma de tal manera que el líquido de la fragancia no llegue directamente a nuestra piel, a los complementos o a nuestra ropa ya que las gotas de alcohol deben ser evaporadas en el aire antes del contacto con la piel para evitar alteraciones en la percepción de los aromas. Además, algunos perfumes contienen más cantidad de aceites esenciales debido a su gran calidad y debemos conseguir que ninguna gota de aceite caiga sobre nuestra ropa o joyas para evitar manchas o su deterioro.